De un brillo extremo todo en elegancia. Efervescencia de grandes Champagnes donde las burbujas son de gran finura. Para apreciar toda su delicadeza y sus aromas, el champán debe disfrutarse frío (pero no helado). La temperatura ideal para servir es entre 8 y 12°C.
Perfecto para regalar: elegantes cajas de regalo, padrinos, eventos, acompañando flores.